Izamal se ha convertido en un importante centro turístico gracias a su hermoso convento franciscano: El Convento de San Antonio de Padua llamado también Convento de Nuestra Señora de Izamal. Su atrio es el segundo más grande del mundo, sólo por detrás de la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Fue también el convento más grande de América a comienzos del siglo XVI.
Se disfruta enormemente la integridad cultural, rica expresión de arte popular de los artesanos orgullosamente Izamaleños, antiguas tradiciones y festividades de la comunidad.
Izamal posee además varios vestigios arqueológicos prehispánicos mayas dentro de la mancha urbana. El sitio arqueológico más visitado y más sobresaliente de Izamal es la Pirámide Kinich Kak Mo; es la más grande en superficie de la Península de Yucatán, y la tercera de México después de la Pirámide del Sol en Teotihuacán y la de Cholula en Puebla.
La plaza Zamná, también llamada del mercado, se ubica al norte del Convento, es la más antigua y ahora constituye cuando mucho la quinta parte de la que existía en el periodo anterior. Su importancia llevó a que se edificaran desde muy temprano portales de peregrinos en su costado sur, anexo al Convento, y sobre al oriente un gran arco de acceso sobre el denominado Camino Real que comunica con Mérida.
La plaza Zamná, también llamada del mercado, se ubica al norte del Convento, es la más antigua y ahora constituye cuando mucho la quinta parte de la que existía en el periodo anterior. Su importancia llevó a que se edificaran desde muy temprano portales de peregrinos en su costado sur, anexo al Convento, y sobre al oriente un gran arco de acceso sobre el denominado Camino Real que comunica con Mérida.
Originalmente formaba parte de un conjunto mucho mayor construido sobre un basamento prehispánico. Fue edificado a finales del siglo XVIII por el Sub-delegado de la Intendencia, Don Manuel Antolín con dinero y fajinas de los indígenas. Su conformación a principios del siglo XIX era un conjunto que por el lado que mira al oriente se conocía como Capitanía.
Originalmente formaba parte de un conjunto mucho mayor construido sobre un basamento prehispánico. Fue edificado a finales del siglo XVIII por el Sub-delegado de la Intendencia, Don Manuel Antolín con dinero y fajinas de los indígenas. Su conformación a principios del siglo XIX era un conjunto que por el lado que mira al oriente se conocía como Capitanía.
Sobre la calle 31 con 40 en la entrada de la ciudad de Izamal, justo a un costado de la capilla de la Santa Cruz. En él se exhiben piezas de artillería utilizadas en las guerras durante el siglo pasado.
Sobre la calle 31 con 40 en la entrada de la ciudad de Izamal, justo a un costado de la capilla de la Santa Cruz. En él se exhiben piezas de artillería utilizadas en las guerras durante el siglo pasado.